Los vigías de las atalayas de Anaga
El 18 de abril de 1506, el Cabildo de Tenerife acordó "que el puerto y la isla comenzaran a ser guardados de sorpresas mediante un sistema permanente de velas o guardas, confiándole la vigilancia a Gonzalo Mexia y a Luis de Salazar, con dos hombres cada uno como sobreguardas. Los