Uno de los principales problemas ambientales de Anaga es el impacto provocado por las especies exóticas invasoras, que ponen en riesgo la supervivencia de las especies endémicas que solo pueden encontrarse en la Reserva y cuyas poblaciones son frágiles y pequeñas.
Los trabajos de control de estas especies invasoras siempre ha sido un objetivo claro en la gestión del Macizo de Anaga, pero desde 2017 se han iniciado una serie de encargos específicos para el control de estas especies exóticas. En 2020 dentro del Parque Rural de Anaga se trabajó una superficie de casi 600.000 m2, de los cuales 540.300 m2 fueron trabajos de repaso y mantenimiento, al ser zonas en las que ya se había intervenido en años anteriores.
Dentro de los límites de la Reserva de la Biosfera, también se ha trabajado en el acceso al Parque Rural por Pedro Álvarez, la charca de Tejina (ZEPA) y algunas intervenciones menores en el Valle de Tahodio.
En total han sido 157 zonas de trabajo, con más de 1.800 horas de trabajo efectivas de una cuadrilla de 5 personas (un 96% corresponden a trabajos verticales especializados). Se precisa de personal cualificado para ello, debido a que muchas de estas especies se asientan en lugares de difícil acceso y de elevada pendiente, desde donde su capacidad de dispersión es mayor y, por lo tanto, su carácter invasor se vuelve aún más peligroso.
Se ha trabajado con 30 especies diferentes, entre las que destacan tres: Crassula multicava o Crásula rosada, Cortaderia selloana o Plumacho de la Pampa y Pennisetum setaceum o Rabo gato, de las que se han gestionado 72,7 toneladas de las poco más de 84 toneladas generadas en total.
Tanto las especies exóticas objetivo como las zonas de intervención se determinan en función de distintos factores: las prioridades de gestión, la capacidad invasora de cada especie, la fragilidad ecológica de las zonas donde se asientan o las especies nativas y protegidas de cada localización.
Las especies exóticas llegan por diferentes vías y motivos, muchas fueron traídas voluntariamente para uso ornamental en jardines y macetas, cuando estas especies son fáciles de mantener o tienen un gran interés tardan poco en llegar a nuestros pueblos y ciudades. En este sentido, el papel de residentes y visitantes en el control de las especies exóticas invasoras es fundamental.
- No te lleves a casa cualquier planta. Usa especies provenientes de comercios y viveros autorizados donde puedan informarte sobre su capacidad invasora.
- Pregunta siempre antes de plantar especies nuevas y desconfía de las flores y plantas vistosas que crecen en bordes de caminos y solares, así como de las que te ofrecen amigos y familiares.
- No tires los restos de poda y tierra al medio, aunque parezca limpia y seca, puede haber semillas. Ten en cuenta que muchas especies se pueden reproducir desde pequeños esquejes y otras rebrotan desde raíces o bulbos subterráneos.
- No modifiques tu entorno con jardines o macetones improvisados con especies exóticas. Con este gesto las ayudas a adaptarse a nuestro medio natural.
- Manteniendo nuestros terrenos limpios de exóticas y recuperando el uso agrícola de cultivos abandonados estaremos creando obstáculos para que se establezcan nuevas especies exóticas y contribuyendo a combatir las que ya existen en el territorio.
- Al recorrer la Reserva presta atención al entorno, sin salir de los senderos y las vías habilitadas.
- No recojas plantas del entorno para plantarlas en otra parte o recuperar otra zona, puedes estar moviendo especies invasoras o dañando poblaciones de especies nativas haciéndolas más vulnerables.
- Si ves una especie exótica invasora no actúes por tu cuenta. Notifica su presencia a las autoridades o utiliza la aplicación de la Red de Alerta Temprana de Canarias para la Detección e Intervención de Especies Exóticas Invasoras (RedEXOS) para que quede registrada su localización.
