La Asociación Vecinal San José de Taborno ha solicitado a las instituciones el mantenimiento de las cuadrillas que actúan en el ámbito de Anaga para mantener e incrementar la lucha del control de especies de flora exótica que se encuentran establecidas en el pueblo y en varios de los núcleos rurales del Macizo, ya que su extensión se ha vuelto imparable.
El colectivo vecinal se muestra consciente de que la erradicación absoluta de la flora invasora es imposible, no obstante insiste en que el control es la única vía de actuación coordinada posible para mantener a raya a las especies de flora introducidas que se han adaptado perfectamente a las condiciones climáticas del territorio de Anaga.
Las variedades más establecidas dentro del pueblo son, por una parte, en las zonas de medianías el rabo de gato y, por otra, en la cumbre, la Cortaderia selloana, la Ipomoea purpurea y la Crassula multicava, cuatro especies que, desgraciadamente, se han convertido en algo normal en el paisaje del Parque Rural de Anaga.
En este sentido el Macizo de Anaga es una zona en la que se contabilizan 21 endemismos que conviven con entre 10 y 15 especies invasoras.
Sobre ello, miembros de la asociación vecinal destacaron que los trabajos de control realizados por la dirección del Parque Rural de Anaga se han desarrollado durante los últimos meses, aunque las actuaciones «han sido del todo insuficientes».
Sobre ello, la AV San José de Taborno aseguró que «solo se han realizado trabajos de suelo, esto es, a la altura de los operarios encargados de limpiar en los interiores de los pueblos. Haría falta hacer la limpieza vertical, que es un trabajo más complicado, pero no por ello importantísimo y vital para controlar las especies invasoras. Se trata de una actuación especial en zonas en donde no es tan fácil llegar. Solo personal especializado puede hacerlo», explicó.
«Con el incremento de las cuadrillas en Anaga también se abordaría de mejor manera el problema de la invasión de estas especies de flora externa que compiten con el espacio de las autóctonas. Esta actividad y el número de cuadrillas adecuadas, que de dos podrían pasar a cuatro grupos como mínimo, se podría abordar el control de unas invasoras que se han comido distintos pueblos, como es Taborno, por ejemplo», apuntó uno de los solicitantes.
Precisamente en este espacio los representantes vecinales recuerdan que ya se han repasado las zonas sencillas de trabajar, la limpieza denominada de suelo, pero «faltaría el otro trabajo contra Cortaderia selloana, la Ipomoea purpurea y la Crassula multicava en zonas como, por ejemplo, la trasera de la iglesia. La realidad es que no es un problema exclusivo de Taborno, sino que afecta a todo el entorno de Anaga.
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