Según se constata desde el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, las costas de Anaga experimentarán durante este mes de agosto un importante incremento de visitantes, coincidiendo con las vacaciones. Pero pasar el mes de agosto en las atractivas costas del Macizo de Anaga tiene sus condiciones. Desde el consistorio de la capital nos recuerdan la prohibición que existe, por ejemplo, de acampar en esta zona, en sus diferentes modalidades.
Por ejemplo, está totalmente prohibida la acampada al uso, con tienda de campaña u algún objeto similar, en toda la línea de costa y cercanías, pues así lo fijan tanto la Ley de Costas como el Plan de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Rural de Anaga.
Solo existen como salvedad, dentro del Parque Rural, aquellas que autorice el órgano de gestión, cuyas condiciones están recogidas en el artículo 80 del PRUG.
En su punto uno, fija que «no se llevará a cabo nunca en la Zona de Exclusión ni de Uso Restringido». En el dos, establece que «la autorización de casetas de acampada se concederá por un tiempo limitado y en el lugar que se designe por el órgano de gestión, lo que se hará constar expresamente. Pasado dicho tiempo, se procederá al desmonte de las tiendas o similares, no permitiéndose su instalación permanente».
Aunque el Plan no lo recoge expresamente, también se permite la «pernoctación», siempre y cuando se cuente con la autorización del dueño del terreno, a aquellas personas que se vean sorprendidas por la noche dentro del Macizo.
Al margen de las posibilidades citadas, también está prohibido ocupar la vía pública para una actividad de ocio como la citada. En este caso, las fuentes municipales consultadas alertan del incremento de la picaresca que se ha producido durante los últimos años.
En concreto, muchas personas utilizan coches o furgonetas habilitadas que estacionan en lugares permitidos para ello y que luego usan para dormir durante días. «Si están correctamente aparcados no se puede hacer nada. Solo si sacan toldos o elementos similares», aclaran.
De la supervisión de la legalidad en esta zona del municipio se encargan la Guardia Civil, con competencias para sancionar, y los agentes de la Unidad del Medio Natural (UMEN) de Santa Cruz, que también pueden levantar actas que luego son trasladadas al organismo competente.
«Normalmente, cuando se detecta una conducta de estas se suele hablar con el afectado, acepta los planteamientos y se va», indican las fuentes. El problema es que, en ocasiones, el disfrute de estas zonas choca con los intereses de los vecinos de la costa, que ven reducidos los aparcamientos, con las molestias que eso genera.
La tercera alternativa para acampar, y tal vez la más regulada, es la que se realiza en autocaravana. En este caso, la nueva y controvertida Ordenanza de Circulación y Movilidad de Santa Cruz, pendiente de modificación, establece que se prohíbe la acampada libre para autocaravanas, «campers» y vehículos homologados como vehículos-vivienda, fuera de las zonas reguladas en las leyes y reglamentos correspondientes, así como de las zonas autorizadas por el Ayuntamiento de Santa Cruz.