Desde que irrumpió la pandemia y la gente apenas viaja, Las Carboneras parece estar más de moda que nunca. Juan Manuel Martín es desde 2013 dirigente de la Asociación Vecinal Tenejía, en este pueblo enclavado en mitad del Macizo de Anaga. De la labor e insistencia suya y de su equipo -en la entrevista le acompaña y aporta algunas ideas Yolanda González- dependen en gran medida las mejoras logradas en los últimos años. Pero su relato deja claro que todavía quedan necesidades…
Pregunta: Ahora mismo, y a grandes rasgos, ¿cómo está el pueblo de Las Carboneras?
Respuesta: Está bien; pero es cierto que continúa mostrando una serie de carencias. En los últimos tiempos se ha estado actuando en la segunda fase del tema básico del agua. La primera la comenzó el anterior grupo de gobierno, que iba del depósito principal hasta el pueblo. La actual se ha desarrollado en nuevos puntos.
P: ¿En qué medida ha afectado el coronavirus al lugar?
R: Ha afectado por el cierre del centro ciudadano y, sobre todo al principio, había gente que iba al pueblo y no respetaba las medidas establecidas. Sin embargo, económicamente no ha habido muchos perjuicios; casi todo el mundo ha seguido manteniendo sus trabajos.
P: Históricamente, y no solo Las Carboneras, sino toda la zona de Las Montañas, se ha quejado de falta de servicios, de su abandono por la lejanía… ¿Cuál es la realidad del pueblo en ese aspecto?
R: En limpieza llevamos años solicitando contenedores tanto de papel como de plástico. También hemos pedido para cartón y, si es posible, para aceite. Hemos presentado escritos a Urbaser desde la Asociación de Vecinos y desde la comisión de fiestas, y lo que nos han dicho es que no pueden acceder al pueblo por el estado en el que se encuentra la carretera, con árboles invadiendo la vía; sin embargo, se da la circunstancia de que en las fiestas sí llevan baños portátiles. También tenemos que hablar de la limpieza de caminos. Sabemos que es demasiado, pero tienen que mantenerlos, porque hay algunos casos en los que se limpia cuando están totalmente cerrados.
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Imagen: EL DÍA