Sin inauguración oficial, el pasado mes de agosto se puso en servicio la iluminación en el tramo de la carretera que sirve de acceso al barrio de El Suculum en Anaga, un proyecto impulsado por el gobierno de Patricia Hernández y que daba cumplimiento a una aspiración de cuarenta años: que la luz iluminara la vía por la noche.
La satisfacción inicial de los vecinos fue parcial, como la puesta en marcha de la iluminación en esta vía porque solo se activó la veintena de luminarias que se habilitaron desde el cruce de la carretera, a la altura del desvío de la playa de Las Teresitas, hasta la primera curva de acceso. Esta veintena, con sus correspondientes dispositivos solares que garantizan su autonomía, se activaron el pasado mes, mientras resta por habilitar una quincena de farolas solares en la parte de la vía comprendida entre la curva y la entrada a El Suculum.
Una visita al lugar permite descubrir los báculos pendientes del mecanismo tanto de la luminaria como de la placa solar, que según fuentes municipales quedaron pendientes de un nuevo envío y que está previsto que su colocación se culmine a final de mes, en cuanto llegue el material.
El presidente de la Asociación de Vecinos Los Pedacillos, de El Suculum, José Ángel Rojas, recordó que la instalación de estas luminarias tiene un presupuesto cercano a los 45.000 euros y viene a cumplir un anhelo de los residentes del barrio.
Sin embargo, «El Suculum está pendiente de la gran obra», precisó José Ángel Rojas, en referencia a otra demanda histórica -se remonta a hace más de 30 años- de los residentes. «Llevamos cuatro años escuchando: comienza mañana; es nuestro sinvivir», y condiciona el futuro de esta zona porque «la parte alta del barrio está muerta y la baja, agoniza». Se refiere así al demandando acceso a la parte alta del barrio, un proyecto que el ayuntamiento prometió que comenzaría a ejecutarse en octubre y noviembre y que, según dice José Ángel Rojas, «no doy crédito hasta que vea las máquinas».
El presidente del colectivo vecinal recuerda que «los residentes no pueden continuar viviendo en la zona porque tienen que subir cien escalones para entrar o salir de sus viviendas. Es preciso el acceso por la parte alta del barrio que garantice a los vecinos sortear los desniveles», precisa. «Sin esa obra, El Suculum poco futuro tiene», a la vez que deja la puerta abierta a que la obra sea una realidad. «Pero yo no quiero hablar de fechas, sino cuando estén aquí las máquinas digo que empezaron». Rojas recuerda que el compromiso es tener listo el acceso a la parte alta en seis u ocho meses desde que comiencen los trabajos; tal vez el próximo verano El Suculum saldaría otra deuda histórica.
El dirigente vecinal rompe una lanza por el anterior director del Distrito Anaga, Ruymán Izquierdo, quien diseñó un buen servicio de guaguas tanto para El Suculum como para Anaga, y confía que se mantenga esa apuesta.
Publicada originalmente en EL DÍA
Imagen: EL DÍA