Los vecinos y las vecinas de El Cresal, un pequeño caseríos situado en el Macizo de Anaga, han mostrado su malestar por las dificultades que encuentran, desde hace más de un año, para que sus casas dispongan de un servicio tan elemental como el agua potable. Las personas afectadas son en torno a la veintena, algunas de ellas con residencia fija en el lugar.
Según relatan, hace aproximadamente tres años el Ayuntamiento de Santa Cruz instaló las tuberías necesarias para llevar el agua de consumo a varios puntos de Anaga. Entre ellos, Los Catalanes o Taganana. Durante esas tareas se dejaron dos tomas de agua preparadas para facilitar su activación, en el momento en que se solicitara a la Empresa Mixta de Aguas (Emmasa) la incorporación a la red.
Sin embargo, según aseguran, llevan más de un año esperando para poder incorporarse a la red de agua potable del municipio, porque Emmasa les ha dicho que si les pone el agua, los contadores se pondrían a pie de carretera, y no en las viviendas, siempre según el relato de estos/as vecinos/as. Un mal menor que estarían dispuestos a asumir, al igual que los gastos que supondría llevar las mangueras o tuberías hasta las viviendas. No obstante, existe otro problema.
Al parecer Emmasa les ha dicho que necesita el visto bueno del Área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife para poder colocar las casetas de los contadores, a unos metros de la carretera y en terrenos propiedad de los vecinos, al estar ubicadas dentro del Parque Rural de Anaga, en suelo protegido. Sin embargo, ya existe un precedente con la tubería que pasaron desde Los Catalanes hasta Taganana.
Al parecer, El Cresal sería el único caserío de Anaga sin agua potable y en esta zona hay varias familias con residencia estable de toda la vida, algunas de ellas con explotaciones ganaderas.