El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla, ha rubricado la convocatoria de ayudas para la preservación y mejora de las razas autóctonas ganaderas. Serán 30.000 euros que tendrán como fin cubrir los gastos de funcionamiento que deriven del seguimiento de los libros genealógicos y del control de los genotipos de las distintas razas.
Afirma Parrilla que “la biodiversidad agraria de islas es uno de los valores determinantes en la definición de nuestra identidad, hecho que puede contribuir a conservar y valorizar los productos que están más adaptados a las condiciones de los agrosistemas locales, es decir, aquellas variedades y razas que han sido conservadas por la población local a lo largo del tiempo. La canariedad es en definitiva diversidad”, ha expresado.
El procedimiento de concesión de estas subvenciones se realizará mediante concurrencia no competitiva, repartiendo el importe global máximo disponible entre todas las asociaciones de criadores solicitantes que cumplan los requisitos. “Buscamos el mejor y más ágil procedimiento administrativo dentro de la concurrencia, evitando en lo posible las subvenciones nominativas”, afirma el consejero.
Del mismo modo, explicó que “una parte del dinero disponible aprobado en la convocatoria, será distribuido en partes iguales entre todas las asociaciones que se presenten, mientras que la cantidad restante será repartida proporcionalmente entre dichas asociaciones en función del número de explotaciones y de Unidades de Ganado Mayor (UGM) que tenga cada asociación”, así habrá proporcionalidad y facilidad para cada colectivo, concluye.
Los informes científicos en los que se apoya esta línea de trabajo indica que en las últimas décadas, a nivel mundial, se han puesto en peligro muchas razas ganaderas autóctonas, llegando incluso a la desaparición de algunas de ellas, debido fundamentalmente a la introducción de razas foráneas que ofrecen mayores producciones. Tal es el caso en Canarias del cochino negro o la vaca basta y la palmera.
“Se ha de tener en cuenta los niveles de producción, pero también se ha de valorar que las razas autóctonas cuentan con características de resistencia y rusticidad que les confieren gran capacidad de adaptación a nuestro entorno, resistencia a enfermedades y que cubren las demandas del consumidor orientadas a productos de calidad”, explica el consejero, que añade que “son el resultado de sistemas de producción respetuoso con el medio ambiente y con el bienestar animal”.
El consejero especifica el apoyo claro del Cabildo a la diversidad agraria. De hecho, aclara que tal la importancia de las razas autóctonas, que contribuyen al desarrollo rural, fomentan la fijación de la población en zonas rurales y, en definitiva, son esenciales para el desarrollo sostenible del sector ganadero, por lo que “todas las medidas que se adopten en pro de la riqueza de nuestro ámbito natural son necesarias”, apostilló.