El Ayuntamiento de La Laguna ha iniciado los trámites para restaurar más de 7000 metros cuadrados de antiguos bancales, ubicados en el barranco Agua de Dios, exactamente en la zona de La Fuente. El proyecto de recuperación ya ha finalizado y se ha presentado ante los órganos gestores de la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga y del Parque Rural, ya que el espacio está dentro del ámbito distinguido por la Unesco.
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, asegura que la puesta en marcha de esta iniciativa contribuye al desarrollo logístico y rural del sector noroeste de la Reserva de la Biosfera de Anaga, que incluye los pueblos de Tegueste, Tejina, Bajamar y Punta del Hidalgo, al tiempo que permitirá “avanzar en la estrategia impulsada por el Ayuntamiento para fomentar la soberanía alimentaria, la educación ambiental y la sostenibilidad en el territorio”.
Desde el área de Desarrollo Rural, Agricultura, Ganadería y Pesca, su responsable, Aitor López, informa de que actualmente el terreno, de titularidad municipal, “se encuentra abandonado a pesar de su potencial agrícola, así que nuestro propósito es reactivarlo para la producción agroecológica -fomentando las variedades locales, como los frutales tradicionales del lugar-, otorgándole también una función de carácter educativo y científico-cultural”.
La parcela está justo al final de la calle La Fuente (en Tejina), frente al manantial que dio origen a la constitución de una comunidad de aguas en el año 1850, que perdura en la actualidad y que irriga la costa del nordeste con un sistema de distribución de aguas mediante dulas, con su nacimiento en un acuerdo de 1554 entre los herederos de Asencio Gómez y otros vecinos.
Fue adquirida por el Ayuntamiento en el año 2000 “con la idea de construir un nuevo cementerio. Sin embargo, como esta instalación no es compatible con el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Rural de Anaga, aprobado en 2007, desde Desarrollo Rural se decidió encargar un estudio para analizar otras alternativas”.
Según la asistencia técnica, las posibilidades que se plantean para este terreno municipal son tres: la restauración ambiental, la producción agroecológica y su utilización como campo formativo en este sector. “El proyecto que promovemos, que cuenta con el apoyo social de los diferentes agentes del entorno, es la suma de estas tres opciones”, de ahí que se haya presentado ante los órganos sectoriales con competencias en el Parque Rural de Anaga, “con quienes se trabaja de forma coordinada”, para su futura aprobación, explica Aitor López.
Junto a la recuperación agrícola de esta finca, que en total alcanza aproximadamente los 7500 metros cuadrados, el documento técnico también recomienda intervenir en todo el barranco para garantizar el éxito del plan de rehabilitación, “ya que se han detectado los mismos problemas en el conjunto del espacio natural, afectado por plantas invasoras agresivas como son el rabo de gato y la caña común”.
En esa línea, agrega que desde la Corporación local se han iniciado otras acciones para recuperar y proteger este enclave, como es el caso de la moción plenaria aprobada por unanimidad para que sea declarado Bien de Interés Cultural, así como el estudio sobre la viabilidad de la ordenación y gestión de la zona agraria y hábitats húmedos entre Tejina y Bajamar, que cuentan con una importante biodiversidad de avifauna local y migratoria.