Entrevista de EL DÍA al arqueólogo Pablo Schnell (Madrid, 1966), gerente y bibliotecario de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, uno de los reputados especialistas que participaron en el congreso Santa Cruz, puerta del Atlántico: Historia y Patrimonio, que el área de Patrimonio Histórico organizó hace unos días.
El experto resalta, en general, el buen estado de las fortificaciones santacruceras, poniendo en valor el Castillo de San Andrés, del que dijo «tiene una personalidad arrolladora por estar partido a la mitad», opinión muy personal, advirtió.
¿Qué valoración hace de las baterías y fortificaciones que ha tenido la oportunidad de visitar en Santa Cruz?
Pues muy positiva. Nos sorprende el grado de receptividad de los ciudadanos en un tema como el de la arquitectura defensiva, que hace 20 años se estaba destruyendo o atacando y ahora mismo hay sensibilidad con todo tipo de actuaciones que gustan y se valoran mucho más.
Se quedó gratamente sorprendido por el Castillo de San Andrés y la batería que corona la playa.
No solo por estas, sino por todas. Por ejemplo, me ha gustado la batería de San Francisco, una fortaleza que hace 30 años se cubrió para hacer una obra pública (avenida Marítima) y no se le dio ningún valor y ahora hay un cartel que pone Bien de Interés Cultural (BIC) en proceso de investigación. Es lo que hay que con estas cosas. Primero investigarlas, luego ver qué se hace con ellas y posteriormente ponerlas en valor. Es el proceso lógico. También me han gustado los muros perimetrales del antiguo castillo de San Cristóbal, en la plaza de España, porque bajo tierra se han puesto en valor los restos mínimos que quedan y el cañón Tigre. Es ejemplo de cómo se recuperó una batería maltratada.
El Castillo y la batería de San Andrés…
Sí, del Castillo de San Andrés destacaría la personalidad tan grande que tiene o la batería de la playa, que es un modelo estándar de fortificaciones que las vemos en otros lugares de España, pero que sin embargo es totalmente diferente por el paisaje, ya que está mimetizada. El Castillo de San Andrés tiene una personalidad arrolladora por estar partido por la mitad y tiene más personalidad caído que si estuviera entero. Es una opinión personal y no de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, cuya junta directiva se tendría que pronunciar. Es un castillo que tiene toda una historia que contar. Lo ves y ya te cuenta cosas, por qué se construyó, defendió la costa en su momento, tuvo un episodio catastrófico y al partirlo por la mitad indica cómo es por dentro. La propia historia te lo permite leer.
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Imagen: EL DÍA