Situado en el noreste de la isla de Tenerife, con una superficie total de 49948,84 hectáreas, el Macizo de Anaga, junto con la franja de mar que le rodea, fue declarado Reserva de la Biosfera el 9 de junio de 2015. Las Reservas de la Biosfera son territorios establecidos para armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural y el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza.
Las Reservas son, además, lugares de experimentación y de estudio del desarrollo sostenible y deben cumplir tres funciones básicas:
- Conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas que contienen
- Desarrollo de las poblaciones locales
- Función logística de apoyo a la investigación, a la formación y a la comunicación
Para garantizar el cumplimiento de estas funciones, las Reservas deben contar con tres tipos de zonas diferentes:
- Una o varias zonas núcleo: su función principal es la conservación
- Una o varias zonas tampón: amortiguan los efectos de las acciones humanas sobre las zonas núcleo
- Una zona de transición: en esta área se promueven actividades económicas sostenibles para favorecer el desarrollo socioeconómico de las poblaciones locales
Dentro de la Reserva, coexisten diferentes figuras de protección: la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, la Red Ecológica Europea Natura 2000 y los Bienes de Interés Cultural (BIC).